jueves, 4 de diciembre de 2014

2.5. RÚBRICA DE EVALUACIÓN

2.5. Rúbrica de evaluación

Una de las características más importante de las rúbricas desde mi punto de vista es que tienen que ser un instrumento de evaluación claro y a la vez, diseñado para permitir la disección de todos los aspectos que evalúa. Esto implica que la utilización de la rúbrica debe fomentar el análisis y la reflexión crítica del objeto a evaluar. Clara consecuencia de esto es que, si bien todos los parámetros incluidos en una rúbrica deben estar cuidadosamente organizados y redactados para cumplir adecuada y objetiva su cometido, el apartado dedicado a la reflexión debe estar diseñado tan minuciosamente como sea posible.

En lo que se refiere al portafolios docente, el apartado de reflexión debe considerar aspectos tan importante como el papel del profesor en el aula; debemos conocer que tipo de docentes somos. Del mismo modo que no todos los aprendices son iguales tampoco lo somos los docentes y un mismo docente debe desempeñar distintos papeles según la situación lo requiera.

Igualmente creo que es importante incluir un apartado de reflexión sobre el tipo de aprendices qué somos. En gran parte enseñamos como aprendemos, no teniendo muchas veces en cuenta que nuestro alumnado se conforma de muy diversos tipos de aprendices. Descubrir como aprendemos y reflexionar sobre ello nos puede ayudar a complementar aquellos aspectos que damos por supuesto por nuestra propia forma de ser.

Un tercer subapartado a incluir es el que reflexiona sobre para qué enseñamos: ¿queremos que nuestros alumnos aprendan de manera significativa siendo capaces de reflexionar el porqué de las cosas? Entonces debemos procurar que nuestra metodología sea consecuente con esto y esto necesariamente implica una reflexión profunda sobre el objetivo de nuestra labor docente directa en el aula. Sin reflexión sobre esto, no podemos adecuar nuestra metodología de manera adecuada, debemos tener el cuenta que ni nosotros ni nuestros alumnos son máquinas y que el éxito radica muchas veces en la continua renovación y adecuación a unas circunstancias determinada. La capacidad de ser flexible solamente es posible si tenemos una idea clara de cuáles son nuestros objetivos (¿para qué?) y somos capaces cuando nuestras acciones no van a conducirnos a ellos de actuar y cambiar en consonancia.


Creo que la reflexión previa es imprescindible pero que cada una de nuestras acciones y decisiones debe a su vez ir precedida de un proceso de análisis y reflexión por lo que debería ir también incluida en cada una de las partes.

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